

AGENCIA
Nueva York.- El juicio contra el magnate del hip-hop Sean “Diddy” Combs por tráfico sexual y otros delitos ha dado un giro decisivo. Este martes, el jurado informó que alcanzó un veredicto en cuatro de los cinco cargos, pero no logró un acuerdo unánime sobre el cargo principal: conspiración de crimen organizado bajo la Ley RICO, relacionada comúnmente con casos de mafias y cárteles.
El juez Arun Subramanian ordenó al jurado continuar deliberando, ya que, tras solo dos días de análisis, tanto la fiscalía como la defensa coincidieron en que era prematuro declarar un estancamiento definitivo. Según una nota enviada al tribunal, el panel de ocho hombres y cuatro mujeres no pudo decidir sobre el cargo principal porque hay “opiniones inamovibles en ambos sentidos”.
Durante las deliberaciones, el jurado pidió revisar el testimonio clave de Cassie, exnovia de Combs, quien denunció episodios de violencia, amenazas y abuso sexual. También solicitaron declaraciones del testigo Daniel Phillip, un desnudista que describió el estado de terror en el que encontró a Cassie tras presuntamente ser golpeada por Combs en un hotel de Nueva York.
Los cargos giran en torno a una presunta red organizada por Combs en la que, usando su fama y poder, obligaba a mujeres —incluidas sus parejas sentimentales— a participar en maratones sexuales bajo el uso de drogas, conocidos como “freak-offs”.
El cargo de conspiración implica demostrar que Combs dirigía una organización delictiva y participaba en actos como secuestro, distribución de drogas e incendio, lo que ha generado mayor dificultad entre los jurados para llegar a una decisión.
La fiscal adjunta Maurene Comey propuso aplicar una instrucción “Allen” —una recomendación legal que anima al jurado a reconsiderar su desacuerdo— para evitar que el proceso quede truncado.
Combs, de 55 años, se ha declarado no culpable y no ha testificado en su defensa. De ser condenado por todos los cargos, podría enfrentar hasta cadena perpetua. Mientras tanto, la defensa sostiene que el caso está basado en exageraciones y acusaciones falsas, argumentando que se intenta criminalizar su estilo de vida swinger más que probar delitos federales.
El juicio continuará en los próximos días mientras el jurado sigue deliberando sobre el cargo principal.
