

Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba, Ver.— A partir del 3 de julio y hasta el 11 de agosto, la temporada de canícula podría provocar una caída de hasta el 60 por ciento en las ventas de pescados, mariscos y productos del mar, de acuerdo con estimaciones de comerciantes del ramo.
María del Carmen López Santiago, vendedora con más de 20 años en el mercado Revolución, explicó que esta disminución es recurrente cada año, pues muchas personas siguen evitando el consumo de estos alimentos durante los meses que no contienen la letra “e”, como julio y agosto.
La creencia popular —añadió— se suma a las altas temperaturas, que afectan la conservación de los productos del mar y generan desconfianza entre los clientes. “Aunque los tengamos en refrigeración y con buena calidad, la gente prefiere no arriesgarse por miedo a intoxicaciones”, comentó.
A pesar de los esfuerzos de las vendedoras por mantener frescos sus productos y reforzar las medidas de higiene, las ventas comienzan a desplomarse conforme avanza el verano. “Ni promociones ni combos nos están funcionando. En estos días apenas vendemos un tercio de lo que movemos en Cuaresma”, señaló.
