

Durante año y medio, el Gobierno de México solicitó a las autoridades de Estados Unidos la detención del boxeador Julio César Chávez Jr., sin obtener respuesta. Así lo confirmó el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, quien señaló que solo hasta el pasado 2 de julio se logró su captura en Studio City, California, por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
“El individuo vivía en Estados Unidos, protegido por las leyes americanas, pese a que existía una orden de aprehensión en su contra. Hicimos múltiples solicitudes y notificaciones al gobierno estadounidense durante un año y medio sin que nos hicieran caso”, afirmó el fiscal Gertz Manero.
El hijo del legendario campeón Julio César Chávez es investigado en México por presuntos vínculos con redes de crimen organizado, relacionados con delitos como tráfico de armas y asociación delictuosa. Su situación legal se complicó por su entorno personal, ya que su esposa, Frida Muñoz, fue anteriormente pareja de una persona vinculada a dichos grupos.
Tras su detención, el Departamento de Estado estadounidense confirmó que Chávez Jr. será sometido a un proceso de deportación, con el objetivo de entregarlo a las autoridades mexicanas. No obstante, su defensa legal ha promovido hasta seis amparos para impedir su detención al momento de ingresar a territorio nacional.
“El abogado ha presentado amparos para evitar que sea detenido apenas llegue a México, pero han sido rechazados, ya que aún no se encuentra bajo custodia mexicana”, indicó Gertz Manero.
Este lunes se celebrará una audiencia clave en Estados Unidos que podría definir el rumbo judicial del exboxeador. Mientras tanto, la figura de Chávez Jr., quien alguna vez fue visto como la gran promesa del boxeo mexicano, atraviesa uno de los momentos más oscuros de su carrera, enfrentando una batalla legal que podría marcar su destino fuera del ring.
