


Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba, Ver.— Las líneas podotáctiles instaladas por el gobierno de Juan Martínez Flores en el primer cuadro de la ciudad no solo están rotas y cuarteadas: en varios puntos desembocan directamente en postes con cables pelados de alta tensión, estructuras metálicas y muros, lo que representa un riesgo grave y permanente para las personas con discapacidad visual que dependen de estas guías para desplazarse.
Durante un recorrido realizado por El Buen Tono, se constató que estas franjas, supuestamente colocadas para garantizar accesibilidad e inclusión, son un completo desastre técnico: tramos sin continuidad, placas desprendidas, trazos mal alineados, desniveles, registros sin tapa y terminaciones absurdas que conducen a obstáculos fijos, como árboles, jardineras o rampas mal diseñadas.

No se trata de errores menores, sino de una muestra más de la irresponsabilidad con la que opera la administración municipal. La colocación deficiente de este sistema de movilidad representa una burla directa a las personas con discapacidad, y un reflejo del abandono generalizado en el que se mantiene la ciudad.
Mientras tanto, desde Comunicación Social, bajo la dirección de Karla Aquíno Silvestre, se continúa difundiendo propaganda falsa en la que se presume a Córdoba como un modelo de inclusión y accesibilidad, ocultando deliberadamente las condiciones reales que enfrentan los ciudadanos todos los días.

