


De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- El Mercado Revolución, corazón del comercio popular en Córdoba, vive su peor crisis en décadas: plagas, humedad, inseguridad, obras inconclusas y extorsiones por parte de delincuentes y autoridades municipales. Bajo la administración de Juan Martínez Flores, los locatarios enfrentan total indefensión.
Los comerciantes sufren pérdidas económicas por el abandono del mercado, cuya remodelación quedó a medias, y el acoso de delincuentes que exigen “cuotas” con impunidad. A esto se suma el cobro irregular de la Dirección de Comercio Municipal, sin que se traduzca en mejoras. “Estamos entre el abandono del Ayuntamiento y la delincuencia. Ya no sabemos quién nos roba más”, denunciaron.
Fundado en 1950, el mercado fue un símbolo regional, pero tras el incendio del 2020, más de 200 locatarios fueron desplazados. La promesa de reubicación digna fracasó: 120 locales carecen de techo e instalaciones básicas. Las obras inconclusas y la negligencia oficial los obligan a resistir entre goteras, ratas, fugas de agua y pisos en ruinas.
Las gestiones fallidas se repiten. Con Leticia López Landero, hubo diálogos sin resultados; con Martínez Flores, ni siquiera eso.
Las lluvias arruinan mercancías, y la falta de vigilancia permite el crimen. “Queremos respuestas. Si no es el techo, es la rata; si no, la amenaza o cualquier plaga”, reclaman.
Los locatarios acusan a la administración actual de omisa e insensible, reduciendo el mercado a un escenario para fotos políticas. Durante campañas, aspirantes y legisladores prometieron ayuda, pero nadie actuó. “Solo vinieron a tomarse la foto”, lamentan, mientras el mercado se desmorona.

