


Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- La inseguridad en las carreteras y el robo de combustibles continúan siendo dos de los principales flagelos que afectan a México, sin que hasta ahora se perciban avances contundentes para su erradicación. La situación, lejos de mejorar, ha obligado a ciudadanos y transportistas a modificar sus hábitos por temor a ser víctimas del crimen.
“Para quienes transitamos las carreteras es evidente que aún se viven situaciones de alto riesgo”, advirtió Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba, al señalar que tanto automovilistas como transportistas siguen tomando medidas extremas de precaución. “Muchas aseguradoras ya no permiten circular a tractocamiones en ciertos horarios por el peligro latente, y hay personas que prefieren viajar en autobús en lugar de sus vehículos particulares para evitar ser asaltadas”, recalcó.
Además, el reciente decomiso de combustibles ilegales confirma que el robo y tráfico de hidrocarburos sigue operando con fuerza en distintas regiones. Si bien las autoridades han desplegado acciones y operativos, estas prácticas ilícitas reflejan que la economía nacional sigue siendo vulnerada por el crimen organizado.

