


Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Con un boletín oficial, el ayuntamiento de Orizaba intentó deslindarse de los constantes accidentes registrados en la glorieta de Poniente 7 con Sur 10, responsabilizando exclusivamente a los conductores. Según el documento, los percances obedecen al “estado de ebriedad” y velocidad inmoderada de los automovilistas.
Esta postura evade deliberadamente el contexto completo: no hay vigilancia preventiva en la zona; los operativos de alcoholímetro están suspendidos por disposición estatal, sin embargo, el gobierno no ha impulsado ninguna campaña de educación vial para el uso correcto de glorietas. A pesar de que la administración de Juan Manuel Diez presume que Orizaba es “la ciudad más segura de México”, ha renunciado por completo a su responsabilidad preventiva, y se limita a sancionar conductas consumadas, muchas veces con fines recaudatorios.
El gobierno municipal sostiene que los accidentes no tienen relación con la construcción de las glorietas, pero tampoco ha explicado por qué nunca se implementó una campaña preventiva informativa, ni se reforzó la vigilancia en puntos donde se repiten los siniestros.
La omisión es doble: ni se evita que circulen conductores ebrios ni se ha educado a la ciudadanía en el uso adecuado del paso vehicular en glorietas, una figura vial que requiere conocimiento básico de prioridad y cortesía, pero que el municipio ha preferido ignorar.
En el gobierno se han documentado múltiples casos de corrupción, abuso y uso político de las instituciones, especialmente en áreas como la Policía Municipal, donde funcionarios señalados por vejaciones y cobros ilegales fueron removidos, pero jamás procesados legalmente.
Mientras el ayuntamiento insiste en no mantener operativos viales, no existen auditorías públicas sobre el ingreso y destino de las multas recaudadas. Tampoco hay evidencia de estrategias oficiales para reducir riesgos viales o rediseñar puntos conflictivos como las glorietas de reciente construcción.


