


Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La corrupción en el DIF municipal en la administración de Leticia López no sólo quedó impune, sino que fue solapada por su sucesor Juan Martínez, quien lejos de denunciar las irregularidades heredadas, se convirtió en cómplice. Prueba de ello es el gasto de 73 mil 656 pesos en “casetas de resguardo” para menores, instaladas en 2021 y abandonadas sin haber cumplido su propósito.
La evidencia, obtenida tras la solicitud de acceso a la información UT/COR/345/2024, confirma que el recurso se ejerció sin claridad sobre la licitación y la empresa que fabricó las estructuras. Isaac Luz López, entonces presidente del DIF e hijo de la ex alcaldesa, junto con la ex directora Monserrat Cuenca, nunca transparentaron el proceso. Las casetas, colocadas en puntos como el parque San José, San Miguel, Cruz Roja y la ESBAO, terminaron arrumbadas sin haber sido utilizadas.
A pesar de que estas “casetas de resguardo” fueron presentadas como una estrategia para proteger a niños, no existe ningún registro de su operación. Se trató de una simulación que permitió justificar el uso de recursos públicos en un proyecto fallido.
Lejos de actuar, la administración de Juan Martínez y la directora del DIF, María Elena Yunes, guardan silencio, pese a los antecedentes. No hubo auditorías, no denunciaron a la Contraloría, no abrieron procedimientos administrativos. Eligieron ser tapadera de los excesos del pasado. Peor aún, el DIF aseguró haber visto a 600 menores trabajando en la vía pública en 2020, pero jamás hicieron nada.


