


Durante décadas, México ha sido el epicentro del doblaje en español. Las voces mexicanas no solo han dado vida a personajes animados y películas internacionales, sino que también han marcado generaciones. No es exagerado decir que el 65% del doblaje en Latinoamérica se produce en nuestro país, lo que posiciona a los actores mexicanos como auténticos reyes en este rubro. Pero hoy, ese trono se tambalea ante la llegada de un competidor silencioso y veloz: la inteligencia artificial.
Un enemigo que habla como humano
Con solo unos segundos de grabación, una IA puede replicar con asombrosa precisión una voz humana. El problema no es solo tecnológico, sino profundamente humano y económico. Connie Troncoso, directora de la agencia Locutores.com, advierte que la facturación del sector ha caído hasta un 60% en lo que va del año. Las agencias, al automatizar procesos con IA, han comenzado a prescindir de locutores y actores profesionales, lo que ha encendido las alarmas en el gremio.
“La voz humana tiene alma”
Para muchos actores de doblaje, la amenaza no es solo laboral, sino también artística y emocional. Troncoso lo expresa así:
“La voz humana es la vibración que me puede conectar de una esencia a otra esencia… de un alma a otra alma.”
En un mundo donde lo digital avanza a pasos agigantados, ¿qué valor le queda a la esencia humana?
¿Quién cobra cuando la voz no es suya?
Jorge Badillo, locutor y coach de doblaje, pone el dedo en la llaga:
“Alguien está cobrando por voces que no le pertenecen.”
Desde plataformas como TikTok, es común escuchar voces clonadas que acumulan millones de vistas… sin que el actor original reciba un solo peso.
¿Y la ley?
México aún carece de una regulación específica sobre el uso de IA en el ámbito del doblaje, lo que deja en la incertidumbre a cientos de profesionales. Por ello, actores y agencias están exigiendo un marco normativo claro y urgente, que proteja su trabajo frente a esta avalancha digital.
¿El futuro tiene voz… o solo un eco?
Mientras las máquinas perfeccionan su capacidad para sonar humanas, la industria del doblaje mexicano enfrenta un dilema existencial. ¿Podrá la calidez de una voz con alma competir contra la eficiencia sin alma de la inteligencia artificial?


