


Adriana Estrada
El Buen Tono
ORIZABA.- Especialistas en glaciología y Ciencias de la Tierra confirmaron que el retroceso del glaciar en el Pico de Orizaba va acelerándose, siguiendo una tendencia alarmante documentada en los últimos años. Aunque no se tienen cifras definitivas para este año, las observaciones preliminares, como el aumento de temperaturas y datos satelitales, sugieren que el deterioro avanza sin freno.
La pérdida de hielo en el glaciar Jamapa, el último en el Pico, es evidente no sólo para científicos, también para comunidades aledañas. “Los pobladores ven que se reduce año con año; no se necesita ser experto para notarlo”, explican. Esta característica lo convierte en un “indicador perfecto” del cambio climático, cuyos efectos reflejan en el deshielo.
Aunque no se atreven a precisar cuántos años le quedan al glaciar, advierten que, de mantenerse la tendencia, “es probable que en algún momento desaparezca por completo”.
Ante las especulaciones de que la actividad volcánica puede influir en el deshielo, aclararon que, si bien el Pico de Orizaba es un volcán activo en reposo, con registro de erupciones hasta el siglo XIX, su calor geotérmico no es la causa principal del retroceso.
“El glaciar está siendo afectado por dos frentes: desde la superficie, por el aumento de temperaturas y la menor precipitación, y desde su base, por el posible flujo térmico del volcán”, detallaron. Sin embargo, enfatizaron que no hay indicios de una erupción inminente y que el cambio climático es el principal responsable.
La combinación climática y geotérmica acelera la reducción del glaciar, irreversible en corto plazo, por lo que insistieron en la urgencia de documentar esos cambios y concientizar sobre el abasto de agua.


