


Este jueves fue sepultado en el Recinto Español de Reynosa, Tamaulipas, Ernesto Vásquez Reyna, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en la entidad, quien fue víctima de un ataque armado el pasado lunes. Reynosa, ciudad donde creció, fue el lugar elegido para darle el último adiós.
El velorio se llevó a cabo desde la noche del miércoles en la funeraria Gayosso, situada en la avenida Hidalgo, una de las principales arterias de la ciudad. El acto fue privado y con acceso restringido únicamente a familiares, allegados y empleados de la FGR que colaboraron con Vásquez Reyna durante casi seis años. Además, el lugar permaneció custodiado por personal del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
El traslado de los restos al cementerio contó con un operativo especial, aunque con medidas de seguridad considerablemente reducidas respecto al velorio. En las inmediaciones del camposanto solo permaneció un vehículo blindado y artillado, acompañado por un número moderado de oficiales, para garantizar el respeto y la tranquilidad del evento.
Compañeros y colaboradores del fiscal expresaron su sorpresa por el trágico desenlace, ya que desconocían amenazas en su contra. Vásquez Reyna solía mantener una actitud relajada en cuanto a su seguridad personal, utilizando su vehículo particular en lugar del blindado que le proporcionaba el Gobierno federal y rara vez hacía uso de escoltas.
El asesinato de Ernesto Vásquez Reyna ha generado un fuerte reclamo de justicia, tanto por parte de las autoridades federales como de la ciudadanía. La muerte del delegado ocurrió a escasas cuadras de las oficinas de la FGR, desde donde había salido en su camioneta particular poco antes del ataque.
Actualmente, las investigaciones están siendo coordinadas por el Gabinete de Seguridad encabezado por Omar García Harfuch y se desarrollan con total hermetismo en la región, en busca de esclarecer este lamentable hecho que conmociona a Tamaulipas y al país.


