De la redacción
El Buen Tono
Orizaba.- El ayuntamiento de Orizaba reaccionó tarde y con evidente opacidad ante un hecho que indignó a la opinión pública: la participación de una menor de edad en un espectáculo para futbolistas profesionales dentro de un bar. Pese a la gravedad del caso, ocurrido el 15 de junio, la clausura definitiva del establecimiento no se decretó sino hasta casi 2 meses después. El punto se discutió y aprobó en una sesión de Cabildo muy reservada, pues no se informó previamente, por lo que muy seguramente fue a puerta cerrada.
La demora no fue el único cuestionamiento. El secretario del ayuntamiento, Enrique Galland Díaz, evitó responder a los medios, escudándose en que “la información está en la tabla de avisos” y en la página de internet de transparencia del municipio, lo que para ciudadanos y activistas representa un intento de minimizar y enterrar el tema en la burocracia.
El expediente municipal apunta a que la empresa Cervezas Modelo S.A. de C.V., titular de la Licencia de Funcionamiento con folio 5383, incumplió el Reglamento de Comercio al operar con un giro distinto al autorizado de “Restaurante con servicio de Bar”.
Por ello, y con fundamento en el artículo 265, se canceló de manera inmediata y definitiva la licencia para el inmueble ubicado en Avenida 7, número 39, de la colonia Rafael Alvarado.
Sin embargo, no hubo sanciones públicas contra los responsables de permitir la participación de la menor, y el concesionario no logró explicar por qué cedió el espacio al club Orizaba FC un día después de que obtuviera el campeonato contra Toros Veracruz FC. La investigación penal quedó en manos de la fiscalía general del Estado, pero el silencio municipal dejó en el aire la sospecha de un manejo político del caso.
