


AGENCIA
Ciudad de México.- Las autoridades mexicanas reconocieron al menos tres vuelos de drones de inteligencia operados por Estados Unidos (EU) sobre o cerca del territorio nacional en lo que va del 2025. Aunque el gobierno federal asegura que estos sobrevuelos se realizan a petición de México y con fines de investigación contra la delincuencia organizada, especialistas advierten sobre la opacidad en los acuerdos bilaterales de seguridad.
En conferencia del 14 de agosto, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que un dron de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) sobrevoló municipios del Estado de México como Tejupilco y Valle de Bravo. El aparato, identificado como un MQ-9B Guardian de la empresa General Atomics, permaneció en espacio aéreo mexicano durante 1 hora y 50 minutos, según registros de Flight Radar.
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, matizó que “no es un dron militar” y que se trató de un vuelo “autorizado a petición del Gobierno mexicano, en colaboración para investigaciones internas”.
Más cooperación, menos claridad
Desde febrero, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) había reconocido dos vuelos similares detectados en la frontera norte, uno el 31 de enero y otro el 3 de febrero, asegurando que cumplieron con normatividad internacional al no apagar sus transpondedores. El general Ricardo Trevilla Trejo, titular de la dependencia, negó que se tratara de actividades de espionaje, aunque admitió desconocer las operaciones realizadas por las aeronaves estadounidenses.
Posteriormente, Trevilla señaló que “cuando se llega a requerir el apoyo de algún sobrevuelo es por solicitud de nosotros, de las Fuerzas Armadas”, y aseguró que la información obtenida es entregada a las autoridades mexicanas.
Sin embargo, la falta de explicaciones oficiales despierta dudas. Daira Arana, directora del centro Global Thought, advirtió que la situación refleja “la poca transparencia en la relación bilateral en materia de seguridad entre México y Estados Unidos”.
Por su parte, Yair Mendoza, investigador de México Evalúa, consideró que los vuelos muestran un incremento en la colaboración binacional: “Esto está sucediendo en el marco de la capacidad que tiene el presidente Trump para presionar a México”.
Una práctica en ascenso
De acuerdo con CNN, los sobrevuelos de drones estadounidenses sobre México se han intensificado tras el regreso de Donald Trump a la presidencia. El propio general Gregory Guillot, jefe del Comando Norte de EU, reconoció que se han multiplicado las operaciones de vigilancia sobre los cárteles mexicanos.
El más reciente, identificado como CBP-113, despegó el 13 de agosto desde San Ángelo, Texas, y se dirigió a municipios mexiquenses como Valle de Bravo, Zacazonapan, Temascaltepec y Tejupilco.
Aunque ambos gobiernos han insistido en que la información es compartida y forma parte de acuerdos bilaterales que datan de la administración pasada, especialistas subrayan que la ciudadanía desconoce los objetivos, alcances y condiciones de esos convenios.
“Muchos de estos acuerdos no son leyes públicas, no podemos conocer sus términos porque México no ha avanzado en una agenda de seguridad nacional transparente”, concluyó Arana.


