


La tecnología ha cambiado la forma de cometer delitos. Atrás quedaron los métodos tradicionales de “La tía” o “El chillón”: hoy, internos de penales mexicanos aprovechan las redes sociales, aplicaciones de edición y sus conocimientos financieros para defraudar a personas desde la cárcel. Marketplace se ha convertido en su mina de oro.
Kevin (nombre cambiado por seguridad), quien estuvo preso en distintos penales de la Ciudad de México desde 2013 hasta 2025, narra cómo escaló de ser vigilante dentro del penal —los conocidos como “18”— a convertirse en extorsionador profesional. “Tú marcas números al azar, te metes a Marketplace y vas buscando ahí a las víctimas”, comenta en entrevista tras quedar libre en febrero pasado.
El exreo asegura que la corrupción interna facilita estas estafas. “Todos son corruptos, hasta el director recibe dinero. Ellos mismos te dan el teléfono, te dan de alta”, revela Kevin. Los delitos van desde estafas con productos pequeños hasta la venta de automóviles, usando cheques sin fondos, transferencias editadas y vouchers de Oxxo manipulados mediante aplicaciones como Picsart.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el primer semestre de 2025, 5 mil 887 personas en México fueron víctimas de extorsión, un aumento del 6.8% respecto al mismo periodo de 2024 y del 77.4% comparado con 2018. Los estados con más víctimas fueron Estado de México, Guanajuato, Ciudad de México, Nuevo León y Veracruz.
Kevin explica que la selección de víctimas no es al azar: buscan personas que acaban de publicar sus productos en Marketplace y revisan su historial de ventas y calificaciones. Una vez que el vendedor es contactado, los estafadores utilizan su “expertise” tecnológico para simular depósitos y transferencias, generando confianza antes de ejecutar la estafa.
Además, algunos métodos aprovechan deudas en tiendas departamentales con bancos, ofreciendo supuestos acuerdos para evitar demandas mercantiles, y así obtener bienes directamente de los hogares. Las ganancias pueden ser cuantiosas: “Extorsionabas y bajabas hasta 50 mil, 100 mil, 200 mil pesos… variaba”, relata Kevin.
Frente a estas prácticas, bancos y autoridades lanzan campañas de prevención. La Estrategia Nacional contra la Extorsión del gobierno federal busca prevenir, atender y combatir este delito, mientras que la ciudadanía puede denunciar a través del 089.
La lección es clara: incluso desde prisión, la delincuencia evoluciona con la tecnología, y la protección digital se vuelve más necesaria que nunca.


