


Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- La caricatura política ha sido históricamente el primer recurso para señalar errores de los gobiernos, disfrazando la crítica con humor, pero expresando lo que la sociedad padecía en silencio. Así lo recordó Vicente García Cabral Sáenz, hijo del reconocido caricaturista “Chango” Cabral, quien subrayó que este arte sigue siendo un instrumento incómodo, pero indispensable en la vida pública.
Cabral apuntó que, a su padre, en múltiples ocasiones le modificaron o censuraron los textos que acompañaban sus dibujos, con la intención de reducir el impacto de su crítica. “Antes te madreaban, te mataban o te desaparecían; hoy la libertad de expresión ha crecido en un 90 %”, afirmó, marcando una diferencia con el pasado, aunque reconociendo que la crítica todavía incomoda en los círculos de poder.
“Que el actual gobierno la está regando muchas cosas, bueno, tú dime si no… se pudieron haber tomado decisiones superiores y no se hizo”, señaló, al subrayar que el ejercicio crítico no puede ni debe ser reprimido.
Para García Cabral, la caricatura trasciende a periodistas e intelectuales, pues mientras ellos pueden ser olvidados, las imágenes críticas permanecen como memoria visual de los abusos y errores de los gobiernos. “Todos los cambios son buenos; hay quienes no lo entienden, pero los cambios son básicos para vivir mejor”, añadió.
El testimonio del hijo del Chango Cabral reafirmó que, aunque hoy existe mayor margen para ejercer la crítica, el poder continúa siendo susceptible y poco tolerante a la sátira que desnuda sus contradicciones.

