


Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Detrás de cada tortilla hecha a mano, de cada mole de metate o de un caldo de semillas, se guarda un conocimiento ancestral que rara vez llega a las grandes vitrinas gastronómicas. Así lo señaló la delegada del Consejo Gastronómico Veracruzano, Miriam Pérez Temoxtle, al advertir que las cocineras tradicionales siguen siendo invisibilizadas pese a su papel como guardianas de la identidad cultural.
Explicó que, muchas de estas mujeres, herederas de recetas transmitidas de abuelas a madres y de madres a hijas, trabajan desde pequeñas fondas o como vendedoras ambulantes, sin contar con certificaciones formales que avalen su experiencia, lo que provoca que su aportación sea menospreciada en espacios urbanos y turísticos.
“La identidad que nos representa empieza desde un bocado… nuestras nanas y mamás grandes son las que comparten esas recetas y conocimientos del temporal, de dónde se obtiene cada ingrediente y cómo se transforma; mucho de esto forma parte también de la medicina tradicional”, expresó.
Pérez Temoxtle, destacó que desde el Colectivo Siwalcentli, conformado por Mujeres de Maíz de la Sierra de Zongolica, se busca resguardar estas prácticas y transmitirlas a niños y jóvenes, para que reconozcan el valor de sus raíces culinarias.
Finalmente, llamó a que las autoridades brinden un mayor respaldo a este legado gastronómico que, más allá de un platillo, representa memoria, cultura y comunidad.

