De la Redacción
El Buen Tono
Calcahualco.- El próximo 28 de septiembre, en el marco del octavo aniversario de su fallecimiento, alpinistas, pobladores, rescatistas y amigos se reunirán en el Valle del Encuentro, a las faldas del Pico de Orizaba, para rendir un homenaje al legendario “Citla”, el perro mestizo conocido como el “Ángel Guardián de la Montaña”.
Durante años, el animal se convirtió en un símbolo de nobleza, instinto y servicio desinteresado en la zona más alta del país.
Su historia, construida entre caminos nevados, niebla espesa y noches de frío extremo, trascendió los límites locales para convertirse en una leyenda viva entre quienes practican el alpinismo en el Citlaltépetl, la cumbre más alta de México.
Este can extraordinario fue conocido por su instinto para detectar personas extraviadas o en peligro, y muchas veces acompañó a montañistas hasta el refugio del volcán, guiándolos entre veredas y protegiéndolos en medio de tormentas o descensos peligrosos.
Varias vidas fueron salvadas gracias a su intuición y fidelidad, ganándose así el cariño y respeto de todos los que tuvieron la fortuna de cruzarse con él en su vida.
Citla nació en los alrededores del Pico de Orizaba, y con el tiempo fue adoptado por la comunidad de alpinistas.
Durante sus últimos años, vivió bajo el cuidado del montañista Hilario Aguilar, quien compartió con él numerosas travesías por la montaña.
Tras su muerte, Aguilar regresó los restos del can al corazón de la montaña, donde ahora descansan como parte del espíritu del volcán Pico de Orizaba.
