


Agencias
México.- A tan solo un mes de que venza el plazo para cumplir con el compromiso establecido en el Tratado de 1944, México aún adeuda el 54% del volumen de agua que debe entregar a Estados Unidos, lo que enciende las alarmas ante un posible incumplimiento.
De acuerdo con la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), al corte del 28 de septiembre nuestro país todavía debe mil 171 millones de metros cúbicos del total de dos mil 158 millones acordados, mientras que las presas del norte del país se encuentran a menos del 35% de su capacidad.
La situación es especialmente crítica en Chihuahua, estado clave para el cumplimiento del tratado, ya que la presa La Boquilla se encuentra apenas al 35% de llenado. En tanto, las presas internacionales Amistad y Falcón reportan niveles aún más bajos, con 25% y 12.3%, respectivamente.
Expertos advierten que cumplir con el acuerdo sin afectar el consumo nacional será casi imposible. “Mover agua de un lugar a otro significa quitársela a alguien para dársela a otro. No hay excedentes”, advirtió Rosario Sánchez, directora del Foro Permanente de Aguas Binacionales.
La tensión política también crece. En abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles a productos mexicanos si México no cumple con el acuerdo. Aunque se alcanzó un compromiso para transferir agua de presas internacionales, dichas aportaciones han sido mínimas y no garantizan que se cumpla con la cuota establecida.
La falta de agua en las presas también ha generado malestar entre productores del norte del país, quienes consideran ilegal desviar agua de embalses destinados a uso interno. Además, estudios recientes advierten que el cambio climático, el crecimiento poblacional y la presión sobre los recursos hídricos han modificado por completo las condiciones desde que se firmó el tratado hace más de 80 años.
Ante este panorama, especialistas coinciden en que México deberá considerar seriamente la renegociación del acuerdo con Estados Unidos, adaptándolo a la disponibilidad real de agua en la cuenca del Río Bravo, o enfrentar las consecuencias diplomáticas y económicas de un incumplimiento.

