


De la redacción
El Buen Tono
Venezuela denunció este jueves que cazas estadunidenses se acercaron a sus costas, y el gobierno de Nicolás Maduro reaccionó con un despliegue militar masivo y medidas extraordinarias, que muchos analistas califican de provocativas e innecesarias. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, afirmó que el sistema de defensa aérea detectó “más de cinco vectores”, definidos como “aviones de combate”, aunque no se precisó su ubicación exacta.
Estados Unidos movilizó hace casi un mes 10 aviones F‑35 a Puerto Rico y desplegó ocho buques de guerra en operaciones contra el crimen organizado en el Caribe, pero Caracas ha presentado estas acciones como un supuesto “asedio” a la soberanía venezolana. Maduro ha respondido con la movilización de milicias, buques, helicópteros, aviones y vehículos anfibios, además de simulacros y entrenamientos, elevando aún más la tensión regional.
El presidente venezolano incluso adelantó por decreto el inicio de la Navidad, y prepara un decreto para declarar un estado de conmoción exterior, que ampliaría sus poderes y podría suspender garantías constitucionales, una medida sin precedentes que muchos críticos ven como un abuso de autoridad y una distracción de los verdaderos problemas del país.
Mientras tanto, Padrino destacó operaciones contra grupos armados colombianos, pero el énfasis del gobierno en la militarización y la retórica agresiva ha sido interpretado como un intento de justificar el control interno y desviar la atención de la grave crisis económica y social que enfrenta Venezuela bajo la administración de Maduro.

