


Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- A menos de tres meses de que concluya la administración de Juan Martínez, el bulevar Tratados de Córdoba confirma el sello de la corrupción, la improvisación y el desfalco. Incluso en el cabildo —que ha sido cómplice del saqueo— ya comenzaron a enfrentarse entre ellos, exhibiendo lo que a todas luces es una obra fallida y vergonzosa.
Esta semana, el carril de bajada con dirección al distribuidor vial El Diamante fue cerrado tras un nuevo hundimiento. Aunque el daño fue atribuido a las lluvias, especialistas señalan que el colapso era inevitable, debido a la pésima ejecución en el carril de subida, donde los trabajos tardaron casi diez meses y resultaron inútiles. El parche colocado en la zona costó 300 mil pesos y ya fue terminado, sin embargo, uno de los regidores acudió al sitio, se autograbó y evidenció el mal estado en que se encuentra no sólo el pavimento, sino las tuberías podridas que quedaron expuestas. El gobierno se está desmoronando desde adentro. Los señalamientos ya no provienen sólo de la ciudadanía o de especialistas, sino del cuerpo edilicio que entre dimes y diretes intenta deslindarse del desastre que ellos permitieron. En tanto, la administración municipal pretende aparentar avances, cuando lo que hay son remiendos costosos, mal hechos y sin solución de fondo.
El mayor riesgo está bajo tierra: no se atendieron las redes de agua ni el drenaje colapsado, lo que pone en peligro la vialidad a corto plazo.
Técnicos no descartan que reaparezca el socavón que durante más de ocho meses afectó la zona. Por ello, se exige que el próximo gobierno municipal no solape la corrupción de Juan Martínez Flores, ni del director de Obras Públicas, Abner Arturo Ceballos Lozano, ni de la regidora de la comisión, Georgina Aguilar Sánchez, quienes avalaron una obra inútil, simulada y condenada al fracaso.

