


AGENCIA
Nacional.- El costo de la canasta alimentaria en el ámbito urbano superó la inflación en septiembre, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a través de la actualización de las Líneas de Pobreza.
Mientras que la inflación anual en el mes patrio fue de 3.8 por ciento (%), el precio de la canasta alimentaria urbana registró un aumento de 4.7%. Esto implica que, en promedio, una persona necesitó al menos 2,454.74 pesos para adquirir los alimentos básicos.
El Inegi señaló que el rubro de alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar fue el principal contribuyente al aumento, con un incremento anual de 7.6%. Otros productos que impactaron significativamente fueron el bistec de res, cuyo precio subió 18.7%, y la leche pasteurizada de vaca, con un aumento de 9.2%.
En contraste, la canasta alimentaria en el ámbito rural presentó un incremento menor a la inflación, registrando un alza anual de 3.6%. En estas zonas, una persona necesitó mil 850.65 pesos para cubrir sus necesidades básicas de alimentación.
Al igual que en las zonas urbanas, los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar tuvieron la mayor incidencia, con un aumento de 7.6%. Otros productos que destacaron en el incremento de precios fueron el bistec de res (18.7%) y la carne molida de res (17.7%).
Estos datos reflejan la presión que enfrentan los hogares mexicanos, especialmente en zonas urbanas, para cubrir los gastos básicos de alimentación frente a la inflación.
La historia nos enseñó que cuando se incrementa el salario mínimo sin incrementar la economía, el resultado es peor para el consumidor, ¡pero no aprendemos del pasado!
El problema de la inflación de alimentos se manifiesta de diversas maneras: Desnutrición, pobreza alimentaria, abandono a los productores agrícolas, cambios en las tasas salariales del sector primario, agotamiento de recursos naturales, entre otras. Déficit presupuestario, deuda, etc.


