in ,

Xi Jinping y el laberinto del poder: China sin sucesor claro

PUBLICIDAD publicidad PUBLICIDAD

De la redacción
El Buen Tono

PEKÍN.— Esta semana, a puerta cerrada en el Hotel Jingxi, altos funcionarios del Partido Comunista de China se reúnen para definir la estrategia que guiará al país durante los próximos cinco años. Sin embargo, entre las discusiones sobre innovación tecnológica y fortaleza económica, flota una pregunta que nadie se atreve a formular: ¿quién sucederá a Xi Jinping cuando ya no esté?

Xi, que ha gobernado China durante 13 años con un control sin precedentes desde Mao Zedong, enfrenta el dilema clásico de los líderes autoritarios longevos: designar un heredero podría debilitar su poder, pero no hacerlo amenaza con abrir fisuras en la élite política. A sus 72 años, no ha mostrado señales de querer retirarse, y la ausencia de un sucesor claro aumenta la incertidumbre dentro y fuera del país.

La concentración de poder de Xi se ha fortalecido desde que eliminó el límite de dos mandatos presidenciales en 2018, permitiéndole gobernar indefinidamente como jefe del Estado, del Partido y del Ejército. Sin embargo, esta misma permanencia complica la búsqueda de un heredero lo bastante joven y experimentado para mantener su legado.

En los últimos meses, el presidente ha intensificado su ofensiva contra la deslealtad y la corrupción. El reciente anuncio de la expulsión de nueve altos mandos militares demuestra su férreo control y su desconfianza hacia quienes considera una amenaza potencial.

Analistas internacionales señalan que Xi es consciente de la importancia de preparar una sucesión, pero los desafíos económicos y geopolíticos actuales podrían seguir postergando cualquier decisión. “Nombrar a un sucesor sería reconocer que el fin de su era se acerca, y eso es algo que Xi no está dispuesto a admitir”, afirmó Neil Thomas, del Instituto de Política de la Sociedad Asiática.

A medida que la cúpula envejece y los nuevos cuadros carecen de experiencia, el futuro político del Partido Comunista se vuelve más incierto. Para muchos observadores, la verdadera prueba del poder de Xi no será cuánto tiempo más se mantenga en el cargo, sino cómo logre garantizar la estabilidad cuando finalmente ya no esté.

CANAL OFICIAL PUBLICIDAD

Despojos al alza en Tamaulipas: Propietarios pierden casas por falta de trámites

Hackers exhiben fallas en el sistema de licencias de la FIA durante el GP de México