Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba, Ver.– La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó un llamado contundente al advertir que el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, confirma el avance de estructuras criminales que operan con impunidad y vulneran el Estado de Derecho en el país. El organismo episcopal condenó el crimen y exigió acciones firmes para frenar la violencia que alcanza tanto a servidores públicos como a ciudadanos; postura a la que se sumó el obispo de la diócesis de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega.
El Episcopado subrayó que la situación actual no se resuelve únicamente con la captura de responsables materiales, pues es indispensable desarticular por completo las redes delictivas que amenazan comunidades enteras. Los obispos advirtieron que la presencia de grupos armados, retenes ilegales y despojos de tierras exhibe un severo deterioro institucional que afecta la gobernabilidad en diversas regiones.
En ese contexto, la CEM destacó la labor del clero que permanece en zonas de riesgo, defendiendo la dignidad humana aun donde la autoridad civil no garantiza presencia ni orden. El esfuerzo pastoral —indicaron— representa un testimonio de esperanza en medio del clima de violencia, afirmación respaldada nuevamente por el jerarca católico de Córdoba, quien insistió en que la seguridad debe ser prioridad indeclinable para los tres órdenes de gobierno.
 
					
				

