AGENCIA
Misantla, Ver.- En vísperas del invierno, los productores del municipio de Misantla, Veracruz, observan con preocupación el comportamiento del clima y el aumento de los costos de producción. El ingeniero agrónomo Claudio César Belli González, productor local y exdirector de Fomento Agropecuario municipal, advirtió que los cultivos más vulnerables durante esta temporada son el maíz, el café y los cítricos, seguidos por el plátano y la papaya en las zonas bajas.
Las causas principales que amenazan al campo misanteco son las lluvias irregulares, posibles heladas y la falta de apoyos gubernamentales, factores que, sumados a los altos precios de fertilizantes y mano de obra, complican la rentabilidad agrícola.
El maíz, símbolo de tradición en la región, atraviesa una etapa de abandono: “Ya casi no se siembra, los campesinos lo hacen con sus propios recursos y en tierras prestadas”, señaló Belli González. Pese a ello, las lluvias intermitentes recientes han favorecido la maduración del grano.
En el caso del café, producto emblemático de la sierra misanteca, el panorama también es incierto. Aunque el precio ha mejorado en los últimos años, plagas como la broca y enfermedades continúan afectando su floración. “El café fue un orgullo de Misantla, pero sin apoyos de sanidad vegetal, es difícil recuperarlo”, lamentó el productor.
Los cítricos, especialmente el limón persa, enfrentan una crisis de sobreproducción, competencia desleal y plagas como la diaforina, transmisora del “dragón amarillo”. “Nuestro limón es de calidad, pero se mezcla con producto del sur, lo que baja su precio y reputación”, denunció Belli.
Otros cultivos como la naranja, el plátano y la papaya muestran altibajos. Mientras el plátano se mantiene rentable, la papaya es considerada de alto riesgo por su sensibilidad al frío y exceso de agua.
El ingeniero destacó la ausencia de seguros agrícolas y de programas de apoyo: “Antes existían los seguros catastróficos; hoy los productores están solos. El campo está desprotegido, ya no hay control de plagas ni apoyo técnico”, dijo.
Finalmente, Belli González hizo un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para reactivar los programas de fomento agrícola: “El productor no pide dádivas, pide herramientas: control de plagas, acceso a seguros y precios justos. Si no hay respaldo, muchas familias abandonarán sus tierras”.
El invierno que se avecina pondrá a prueba la fortaleza del campo misanteco, donde cada cultivo representa no solo una fuente de ingreso, sino la herencia viva de generaciones que han hecho del trabajo agrícola su identidad y sustento.


