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Estados Unidos rompe acuerdo de 29 años y reimpone arancel del 17% al tomate mexicano

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AGENCIA

Culiacán, Sinaloa.- Tras casi tres décadas de treguas comerciales, el 14 de julio de 2025 el Departamento de Comercio de Estados Unidos (DOC) dio por terminado el Acuerdo de Suspensión del Dumping que desde 1996 regulaba las exportaciones de tomate mexicano. La medida reactivó una orden antidumping con un gravamen del 17.09 por ciento (%) sobre el valor de las importaciones, con el argumento de “restablecer condiciones de competencia justa” para los productores de Florida.

En Sinaloa, principal exportador de tomate del país, la decisión provocó preocupación e indignación. “Es una estocada más a los productores sinaloenses… Hoy vemos que [Estados Unidos] no está jugando, trae su propio juego”, declaró la diputada local Irma Moreno Ovalles.

Según la Secretaría de Agricultura, el impacto económico del arancel será de al menos 238 millones de dólares anuales solo para Sinaloa. En 2024 el estado produjo más de 615 mil toneladas de tomate rojo, y exportó cerca de 1,164 millones de dólares, de los cuales el 98% tuvo como destino Estados Unidos. La Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES) estimó que la medida reduce hasta en 25% los márgenes de ganancia de los exportadores.

Ante el golpe, el Gobierno de México respondió en agosto con la fijación de precios mínimos de exportación para evitar ventas por debajo del valor de referencia y contener la investigación antidumping. La Secretaría de Economía estableció valores de 0.95 dólares por kilo para el tomate bola, 1.65 para el con tallo y 1.70 para el tipo en racimo. Sin embargo, el ajuste ha incrementado los costos logísticos y los requisitos de certificación de origen e inocuidad que exige el Departamento de Comercio, encareciendo las exportaciones entre 5 y 8 centavos por kilo.

Los productores sinaloenses enfrentan una situación crítica. “Hoy producir tomate cuesta más que hace dos años, y venderlo a Estados Unidos deja menos”, comentó un agricultor de Guasave. “El margen se fue al suelo con el dólar y los fletes.”

De acuerdo con CAADES, los compradores estadounidenses cancelaron pedidos enteros para evitar el sobreprecio del 17%, lo que ha generado un aumento en el desperdicio de alimentos y pérdidas por toneladas de producto varado en frontera. En municipios como Culiacán, Ahome y Guasave, los recortes de siembra podrían alcanzar hasta el 30% para el ciclo 2025-2026, afectando el empleo temporal que genera el cultivo, de entre seis y ocho trabajadores por hectárea.

El conflicto entre productores de Florida y exportadores mexicanos no es nuevo. Desde 1996, el acuerdo de suspensión permitió evitar una guerra comercial, pero las presiones de agricultores floridanos se reavivaron en los últimos años. En abril de 2025, el DOC notificó su intención de retirarse del acuerdo, y tras cumplirse el plazo de 90 días, el arancel se reimpuso el 14 de julio.

Hoy el futuro del tomate mexicano depende de una eventual renegociación con Estados Unidos y de la capacidad de los productores para adaptarse a las nuevas condiciones. “El Gobierno de México no puede dejarnos solos”, advirtió Jesús Alberto Rojo Plascencia, presidente de CAADES. “Sinaloa sostiene miles de empleos agrícolas y gran parte del tomate que llega a las mesas norteamericanas. Si se cierra esa puerta, perderemos todos.”

El conflicto tomatero regresa casi 30 años después, pero ahora en un escenario más incierto, con mayores costos, menos agua y un mercado internacional cada vez más impredecible.

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