Tinta Ácida
El Buen Tono
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló que, al cierre de El Buen Fin, tuvo que intervenir para lograr la devolución de más de 1.3 millones de pesos a personas afectadas por incumplimientos de precios, promociones engañosas y falta de entrega de mercancía. Aunque la dependencia presume haber conciliado el 93.1% de las 220 inconformidades recibidas, el alto número de irregularidades confirma que los abusos comerciales siguen siendo parte central de esta campaña de descuentos.
Los artículos de tecnología, electrodomésticos, ropa y calzado concentraron el 63.6% de las quejas, evidencia de que los proveedores más visibles del país siguen fallando en lo básico: respetar lo que anuncian. Empresas como Walmart, Soriana, Sam’s Club, Liverpool, Coppel, Bodega Aurrerá, Home Depot, Chedraui, Elektra y Suburbia acumularon más de la mitad de los casos. La Procuraduría detectó incluso publicidad engañosa en recorridos de verificación, particularmente en tiendas de telefonía y departamentales, donde los anuncios inducían al error para cerrar ventas rápidas.
Pese a contar con 1,350 servidores públicos desplegados en todo el país y vigilar más de 42 mil productos, la Profeco sigue encontrando las mismas prácticas abusivas cada año. Las recomendaciones de verificar contratos, leer cláusulas y comparar precios se repiten, pero los proveedores reinciden y El Buen Fin vuelve a mostrar que la vigilancia preventiva no es suficiente para detener la simulación comercial.
La Procuraduría llamó nuevamente a la población a planear compras, apegarse a un presupuesto y denunciar irregularidades mediante módulos de atención, el Teléfono del Consumidor y Conciliaexprés. Sin embargo, mientras los grandes establecimientos continúen acumulando quejas sin sanciones ejemplares, el peso de protegerse seguirá recayendo en las personas consumidoras, no en los comercios que cada año lucran con su desinformación.


