De la redacción
El Buen Tono
La administración del presidente Donald Trump presentó un proyecto para abrir nuevas áreas de perforación petrolera offshore frente a las costas de California, Florida y Alaska, algo que no ocurría desde hace décadas. La iniciativa forma parte de una estrategia federal para ampliar la producción energética y aprovechar zonas con potencial para generar empleos e ingresos.
El plan contempla seis ventas de arrendamientos en aguas profundas de California, además de nuevas áreas a más de 160 kilómetros de la costa de Florida, adyacentes a regiones del Golfo Central de México donde ya existen plataformas activas. En Alaska, se incluirían más de 20 áreas, entre ellas una zona del Alto Ártico a más de 320 kilómetros mar adentro.
Diversos sectores de la industria petrolera consideran que estas zonas podrían aprovecharse gracias a la infraestructura existente, especialmente en el sur de California, donde la actividad petrolera offshore ha formado parte de la economía desde hace décadas.
En Florida, figuras políticas han destacado que la protección de sus playas continúa siendo prioritaria, por lo que mantienen su postura de supervisar cualquier cambio en las regulaciones. En California, autoridades estatales señalaron que aún no han recibido de manera formal el proyecto completo y revisarán su alcance cuando sea presentado oficialmente.
El plan surge luego de que la administración Trump eliminara restricciones previas sobre futuras perforaciones offshore tanto en la costa este como en la oeste, permitiendo que la discusión sobre el uso energético de estas zonas vuelva a colocarse en la agenda nacional.
Especialistas en temas ambientales y económicos continúan analizando los posibles efectos de una expansión de perforaciones, incluyendo los beneficios económicos y los protocolos necesarios para prevenir riesgos operativos en las zonas costeras. El debate se mantiene activo mientras el gobierno federal avanza en su estrategia de producción energética para los próximos años.


