Agencias
GUADALAJARA, JAL.— Marcos Aguilar Rojas, representante agrario de la comunidad indígena de San Lorenzo de Azqueltán, en Villa Guerrero, fue asesinado a balazos este miércoles en el predio comunal El Caracol, una zona marcada por un prolongado conflicto territorial. En el ataque también resultó herido su hermano, Gabriel Aguilar Rojas, delegado del Congreso Nacional Indígena (CNI).
El CNI condenó el hecho y señaló que la agresión ocurrió en un área donde, desde hace años, la comunidad enfrenta intentos de despojo atribuidos a pequeños propietarios y grupos locales con intereses en la región. Señalaron a varios presuntos agresores que huyeron hacia Villa Guerrero o Mezquitic.
La organización responsabilizó tanto al gobierno federal como al estatal por la falta de reconocimiento agrario y por un clima de impunidad que, dicen, ha permitido que continúen las confrontaciones contra la comunidad. Afirmó que el asesinato forma parte de un patrón de agresiones a pueblos originarios que defienden su territorio y exigió castigo para los responsables y garantías de seguridad.
El hecho ocurre mientras la comunidad tepehuana y wixárika ha denunciado, desde hace semanas, un despojo violento en terrenos comunales, así como el ingreso irregular de policías investigadores que obligaron a comuneros a abandonar predios en litigio agrario. Según su abogada, los agentes actuaron fuera de su competencia y sin identificarse.
San Lorenzo de Azqueltán mantiene desde 2015 un juicio agrario por el reconocimiento de 39 mil hectáreas, en medio de denuncias de hostigamiento y falta de atención a las agresiones que reciben sus habitantes. La comunidad solicitó una reunión urgente con el fiscal estatal y anunció que presentará una denuncia formal ante las autoridades correspondientes.


