De la redacción
El Buen Tono
Un hombre mexicano de 37 años enfrenta uno de los procesos más severos en los tribunales federales de Estados Unidos, luego de ser acusado de provocar la muerte de cuatro migrantes que viajaban con él en una embarcación que volcó frente a las costas de San Diego durante el fin de semana.
El señalado, identificado como David Alfonso Barrera Núñez, habría transportado a ocho personas en una frágil lancha de madera que cruzó desde México hacia California en medio de un fuerte temporal, situación que terminó en tragedia cuando la embarcación no resistió el oleaje.
Elementos del Servicio de Guardacostas lograron rescatar al propio Barrera Núñez y a cuatro migrantes más; sin embargo, las condiciones extremas del mar impidieron continuar la búsqueda de los otros cuatro ocupantes, quienes permanecen desaparecidos.
Autoridades federales recalcaron la gravedad del caso. El fiscal Adam Gordon señaló que el acusado ignoró los riesgos evidentes del clima y del estado de la lancha “con tal de obtener ganancias”, poniendo en peligro la vida de todos los que iban a bordo.
Barrera Núñez enfrenta cargos que podrían derivar en pena de muerte o cadena perpetua por transporte que resultó en la muerte de migrantes, además de acusaciones adicionales por traslado con fines de lucro, sanciones que incluyen sentencias mínimas obligatorias, años en prisión y multas por cientos de miles de dólares.
En el grupo rescatado, se detectó que uno de los migrantes ya había sido deportado anteriormente, por lo que también podría enfrentar una sentencia de hasta dos años de cárcel.
Testimonios de sobrevivientes indican que, al observar el mar agitado y la densa neblina, pidieron al acusado que diera vuelta y regresara a México; sin embargo, este se negó. Más tarde, al tener dificultades para avanzar, habría ordenado a los migrantes lanzarse al agua. Durante el vuelco, un hombre mayor y su nieta quedaron atrapados bajo la lancha sin que pudiera auxiliárseles.
Justin de la Torre, jefe entrante del sector de la Patrulla Fronteriza en San Diego, calificó la decisión del acusado como “inexcusable” al haber puesto en riesgo la vida de todos los involucrados.
