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Ahora sí, laboral vs. educación

Superiberia

 

Dicen que ahora sí. Me refiero a la problemática que representa que los tipos de profesionistas que hay en el mercado laboral no ayudan a la productividad del país, porque a pesar de sus estudios, no todos pueden insertarse en el campo de trabajo.

Al no estar encajados los profesionistas en el aparato productivo, el gasto y la inversión que hicieron no acaba de ser rentable, es decir, no acaba teniendo un efecto sobre la generación de riqueza y sobre la movilidad social.

Todo parece que ahora sí los movimientos irán en las coordenadas correctas. La idea es que las personas con niveles de estudio, de medio superior y hacia adelante, puedan solucionar el problema del desempleo en el país.

Lo que la nación necesita es generar un nuevo perfil productivo que este más vinculado con el desarrollo tecnológico y la innovación.

Es muy claro que la principal limitante que tenemos es que México, en la parte industrial, es altamente maquilador y no genera industria de innovación. Estamos hablando de áreas electrónicas, microelectrónicas; más que maquilar, el desarrollo debe ser en la innovación.

De ahí que en los siguientes años, lo que se busca hacer, es plantear los diferenciales económicos y productivos, porque a raíz de eso se puede generar un programa de desarrollo educativo y uno empresarial que fomente la creación de empresas.

En México, en los últimos años, los pagos para las personas que ganan más de tres salarios mínimos han disminuido, lo cual implica que quienes tienen mayores estudios no tengan posibilidades de ganar mejor.

Contrario a ello, la gente que gana de uno a dos salarios al mes ya representa una cuarta parte de la población trabajadora en el país, según cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).

En el campo educativo, los estudiantes buscan las ingenierías, algunas áreas administrativas y de ciencias sociales, pero el gran problema es que no alcanzan a tener la oportunidad laboral.

La situación laboral se complica porque no hay opciones claras para que los alumnos puedan abrir sus empresas, es decir, no hay estrategias de financiamiento para nuevos socios. Lo que se acaba de generar con esta situación es un círculo de desempleo.

En la actualidad, la mayor parte de la desocupación que vemos en algunas entidades federativas de la República Mexicana, paradójicamente, afecta a las personas que cuentan con un mayor grado de estudios.

De ahí la precaria situación de empleo que se vive en México y que refleja dos conclusiones: en el país no hay profesionistas que se requieran para la producción y no hay un perfil de empresas que reclamen ese tipo de empleos.

Una situación adicional es que en la actualidad, la economía tiene más oferta laboral en el ramo de servicio, con lo cual los profesionistas no encuentran espacios de trabajo.

De ahí que una de las estrategias a seguir por parte de la Secretaria del Trabajo, al mando de Alfonso Navarrete Prida y la Secretaría de Educación, que encabeza Emilio Chuayfet, es aprovechar el impulso de la economía y buscar estrategias con la iniciativa privada y enderezar los diseños de las carreras, para enfocarlas hacia las necesidades y elevar el nivel académico, donde la licenciatura no sea el límite. ¿Será ello posible?

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