


Orizaba.- Ni los homicidios, ni las muertes por causas naturales, superan el número de fallecimientos por accidentes automovilísticos, siendo la mezcla de alcohol y el exceso de velocidad, las principales causas de estos percances.
En lo que va del año, se han registrado un número significativo de accidentes carreteros tanto en la ciudad, así como en la autopista, donde al menos ocho de cada 10 percances, son causados por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
En la mitad de este tipo de percances se han visto involucrados jóvenes, grupo social que registra el mayor número de muertes por conducir ebrio y a exceso de velocidad.
Por esto, las autoridades de Tránsito y Vialidad, tratan de endurecer las sanciones para el conductor bajo los influjos del alcohol, con varias campañas de concientización y diversos programas en apoyo a dicha problemática, que ocupa ya el primer lugar en personas lesionadas y fallecidas, no sólo a nivel Estado sino en todo el País.
Mata a menor
El caso que más indignación causó entre la sociedad, fue el de Gemalí Hernández, de ocho años y Cresencia Rodríguez Silvestre, quienes fueron atropelladas por Octavio Larios Ramírez, quien iba totalmente ebrio y a exceso de velocidad en su auto, en septiembre.
El accidente se suscitó cuando el joven, quien es sobrino del Arzobispo de Xalapa, conducía en calles de la colonia Aquiles Serdán de Nogales, bajo los efectos del alcohol, donde arrolló al ama de casa y a la menor, quien moriría días después a causas de las lesiones que sufrió.
Es importante señalar que, luego del accidente, Larios Ramírez intentó darse a la fuga, donde causó múltiples daños a otros vehículos con los que chocó a su paso, y tras su detención y al encontrarse elementos suficientes para ser consignado, quedó libre de los cargos por la muerte de la menor.
Choca funcionario
El alcohol al volante provocó que quien era titular del área de Obras Públicas del Ayuntamiento de Huiloapan, se viera involucrado en un fatal accidente, donde un taxista fue impactado de frente por el auto del empleado, quien se metió en sentido contrario en la carretera por conducir ebrio.
La víctima fue Lázaro González, quien murió días después del accidente en un hospital privado de Orizaba, a causa de las múltiples fracturas que sufrió, mientras que el responsable Juan Felipe Sánchez, quedó en libertad el mismo día.
Con este caso, quedó demostrado que el alcohol y la velocidad no son buena combinación, y que estos factores han cobrado un mayor número de vidas que otro tipo de accidentes, ya que el exfuncionario perdió por completo el control de su vehículo y provocó este lamentable accidente, ocurrido durante el mes de noviembre en el municipio de Río Blanco.


