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Ciudad de México.- Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), viajó a Estados Unidos para denunciar ante organismos internacionales la presunta infiltración del crimen organizado en el Gobierno de México, así como supuestos vínculos entre figuras del partido Morena y el narcotráfico.
Durante su visita, “Alito” –como también se le conoce– aseguró que México atraviesa una grave crisis institucional, donde “el crimen organizado ha encontrado refugio y protección desde el poder”. Señaló que presentará pruebas ante instancias como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en un intento por “internacionalizar” lo que calificó como una amenaza para la democracia mexicana.
“Vamos a dar la batalla desde todos los frentes. No permitiremos que el narco capture al Estado ni que este régimen autoritario y corrupto siga socavando las instituciones”, declaró desde Washington, D.C.
Sin embargo, mientras el priista lanza acusaciones fuera del país, en México la Cámara de Diputados dio inicio al proceso para su posible desafuero, a solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR). Se le imputan al menos cinco delitos, entre ellos peculado, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y uso indebido de atribuciones cuando fue gobernador de Campeche.
Alejandro Moreno ha calificado el proceso en su contra como una persecución política orquestada por el actual gobierno, al que acusa de utilizar las instituciones de justicia para callar a la oposición. “No tengo miedo. Voy a enfrentar al régimen cínico y corrupto con la verdad y con firmeza”, expresó en un mensaje difundido en redes sociales.
El proceso de desafuero será analizado en la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, instancia que determinará si procede retirar su fuero constitucional para que enfrente cargos penales.


