

Las autoridades indonesias han elevado al nivel IV, el más alto en la escala de alertas volcánicas, la situación del volcán Lewotobi Laki-laki, ubicado en la isla de Flores, tras un preocupante aumento de su actividad durante el fin de semana.
Según el Departamento de Vulcanología de Indonesia, entre el sábado y el domingo se registraron ocho erupciones, una de las cuales lanzó ceniza volcánica hasta los 5,5 kilómetros de altura. Este lunes, el volcán volvió a hacer erupción, proyectando una columna de ceniza de más de 1,2 kilómetros.
Zonas restringidas y medidas de seguridad
Se ha prohibido el acceso en un radio de 6 kilómetros alrededor del cráter, extendiéndose a 7 kilómetros en dirección oeste-noreste, según indicó Muhammad Wafid, director del organismo vulcanológico. Además, se exhortó a la población a mantener la calma, usar mascarillas y estar alerta ante la posible emisión de ríos de lava.
Aunque las autoridades no han informado sobre evacuaciones recientes, en febrero se ordenó el desalojo de seis pueblos ante una situación similar. El volcán ya había provocado cancelaciones de vuelos en marzo, tras lanzar ceniza hasta 8 kilómetros de altura, y en noviembre pasado, una serie de erupciones dejó nueve víctimas mortales.
Un país bajo constante amenaza volcánica
Indonesia se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una región de intensa actividad sísmica y volcánica que experimenta unos 7.000 temblores al año. De sus más de 400 volcanes, al menos 129 siguen activos, y 65 son considerados peligrosos.
El Lewotobi Laki-laki se suma así a la lista de volcanes que mantienen en vilo a las autoridades y a las comunidades del archipiélago. La situación sigue siendo monitoreada constantemente.
