


Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.– Alimentación para el Bienestar, organismo que sustituyó a Segalmex, se encuentra bajo la lupa tras asignar contratos por casi 2 mil millones de pesos a una red de empresas que simularon competencia, reportaron domicilios falsos y usaron identidades robadas para operar.
Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que al menos cinco compañías ligadas entre sí –Konkistolo, Abastémade, Grupo Pelmu, Todólogos.com y Comercializadora FamilyDuck– participaron en 16 procedimientos de contratación en Diconsa entre 2022 y 2025, obteniendo jugosos contratos para el suministro de alimentos destinados a comunidades rurales y marginadas.
En uno de los casos más graves, MCCI documentó que en la empresa Konkistolo se utilizó la identidad robada de una mujer enferma y desempleada de la Ciudad de México, quien aparece como accionista mayoritaria y administradora de la firma con contratos superiores a 256 millones de pesos. La afectada, sorprendida y al borde del llanto, negó tener relación alguna con esos movimientos.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) confirmó irregularidades y triangulaciones financieras entre estas compañías, detectando transferencias a personas físicas vinculadas entre sí, lo que evidenció un esquema de simulación de competencia para acaparar recursos públicos.
Las direcciones fiscales de estas empresas resultaron ser inexistentes o corresponder a oficinas sin relación con el giro reportado: un despacho legal en la Roma Norte, departamentos en un complejo de lujo y hasta una imprenta en Azcapotzalco.
El caso revive el fantasma del fraude de Segalmex, considerado uno de los mayores escándalos de corrupción en los últimos años, y ahora involucra directamente a Alimentación para el Bienestar, organismo encabezado por María Luisa Albores González, en el actual Gobierno.

