


Acatlán.- Un quesero fue asesinado por dos sujetos que le dispararon cuando la víctima aceleró su camioneta para evitar el asalto.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 13:00 horas de ayer entre las comunidades de la Estrella y Rancho los Reyes, cuando el conductor Fernando Palmeros de aproximadamente 45 años de edad con domicilio en la Ciudad de Tierra Blanca Veracruz, repartía quesos entre Cosolapa y Tezonapa en una camioneta Nissan blanca de modelo reciente en compañía de un menor de edad.
Cuando circulaba entre las poblaciones Rancho los Reyes y la Estrella, a la salida de este último lugar le salieron al paso dos sujetos con armas en mano, tratando de bloquear el camino, pero el conductor al ver el peligro decidió imprimir velocidad, lo que provocó que los ladrones le dispararan logrando herirlo de muerte.
Aun así, el repartidor de quesos avanzó aproximadamente 200 metros y a la altura del kilómetro 35+300 volcó la camioneta, dio varias vueltas y quedó otra vez con las llantas sobre el piso.
El conductor quedó muerto mientras que el joven copiloto salió ileso.
Los dos asaltantes, al ver que habían matado a Fernando Palmeros y a la gente que salía de sus casas, se dieron a la fuga entre cañales. Policías municipales de Cosolapa y de Acatlán, en conjunto con la policía estatal de Oaxaca llegaron al lugar de los hechos.
De inmediato policías acordonaron el área y los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones dieron fe del cuerpo y levantaron el cuerpo para que fuera reconocido por sus familiares y se le practicara la necropsia de rigor.
En el lugar de los hechos se encontraron dos casquillos percutidos presuntamente de 9 mm, mientras que algunos de los curiosos comentaban que los presuntos culpables del crimen eran de la comunidad de Rancho Tablas y Rincón Brujo, quienes se dedican al asalto en ese tramo carretero y traen asolado el poblado de San Miguel Carrizal.
El único Testigo que sobrevivió fue el copiloto de la camioneta de quesos Neto de Tierra Blanca, fue el jovencito de 16 años de edad Rubén R. G., quien con lágrimas en los ojos explicó cómo su tío perdió la vida.
Julio Valdivia
EL BUEN TONO

