


ORIZABA.- “Así como hacen reclamos de forma educada por el tema de los parquímetros en la ciudad, también hay quien lo hace de manera alterada, prepotente y agresiva con el personal que aplica el reglamento y a propósito del tema, se informa que con motivo de la temporada de fin de año bajaron considerablemente las infracciones, eso sí, aumentó el monto de las mismas en relación al incremento del salario mínimo”, señaló la coordinadora de Estacionamiento Regulado, Mariana Mayorga.
Indicó que todos los trabajadores de ese departamento conocen la ley y el reglamento de parquímetros y están facultados para orientar a los usuarios, no tienen indicaciones de hacer lo contrario y sin embargo se han enfrentado a algunas situaciones; aclara la funcionaria que la mayoría de los usuarios son responsables y educados.
Orizaba tiene más de 300 cajones de estacionamiento regulados y aunque no se reportó al cierre de año cuántas infracciones se aplicaron, se explicó que disminuyeron en términos generales hasta en un 40 por ciento.
La infracción más común en la ciudad de Orizaba es por falta de pago del parquímetro y excederse del tiempo marcado en el boleto, lo cual implica una multa de tres salarios mínimos, ya con el incremento en función de la modificación que sufrió el salario mínimo, que subió el monto de las multas, mas no el costo de los parquímetros.
Se conoció que entre las obligaciones de los trabajadores está otorgar información, asesoría y prevenir infracciones, sin embargo, no todos los ciudadanos lo saben, los trabajadores no deben hacer algo fuera del reglamento y por fortuna las recomendaciones casi siempre son tomadas en cuenta, especialmente si desconocen el funcionamiento del equipo los usuarios.
Algunos casos se han presentado sobre quejas, la mayoría de las cuales se clarifican, aunque es lógico que los afectados lleguen en actitud agresiva, sobre todo cuando se les infracciona, pero ya se les había advertido de tomar previsiones aunque no lo hicieron.
Hay casos como uno reciente, reportado a esta Redacción, pero personal de parquímetros se defendió que se estaba terminando su tiempo, que debía apresurarse y al decírselo lo tomó de manera adversa, no fue sancionado, según la funcionaria, “se enfrentó verbalmente con los trabajadores y llegó a la oficina de forma por demás arbitraria, con palabras altisonantes para finalmente irse y de todas formas no fue infraccionado”, insistió.
A nadie le gusta ser infraccionado y cuando eso sucede, la mayoría de las personas asume una actitud responsable, bastante positiva y de cooperación.

