

AGENCIA
Nacional.- Un estudio pionero advierte sobre el riesgo para ecosistemas, población y actividades económicas en Yucatán, Campeche, Veracruz, Tabasco y Quintana Roo.
Científicos del Instituto Nacional de Ecología AC (Inecol) y de la UNAM advierten que el aumento del nivel del mar podría afectar hasta el 80 por ciento (%) de los humedales costeros en zonas bajas del litoral atlántico mexicano, que abarca el Golfo de México y el Mar Caribe.
Mediante modelos basados en datos satelitales y escáneres láser, los investigadores estiman que para el año 2100, si el nivel del mar sube un metro, se inundarían 581 mil hectáreas, y con un ascenso de dos metros, la cifra podría superar las 800 mil hectáreas. Esto pondría en riesgo ecosistemas clave, como manglares y marismas, además de afectar a más de 440 mil personas, terrenos agrícolas, ganaderos y actividades pesqueras.
El estudio también revela que 27 tipos de vegetación serían vulnerables, entre ellos los popales y tulares, cuya regeneración natural ya está siendo afectada por el aumento de la salinidad y los patrones de inundación. Estas alteraciones ya provocan la muerte de especies vegetales y la aparición de “bosques fantasmas”, donde los árboles mueren y son reemplazados por vegetación más tolerante a la salinidad.
Zonas críticas como la Laguna de Tamiahua (Veracruz), Pantanos de Centla (Tabasco), Laguna de Términos (Campeche) y Sian Ka’an (Quintana Roo) están entre las más amenazadas. En estas regiones ya se han detectado muertes masivas de especies vegetales, cambios en la composición de ecosistemas y afectaciones a la fauna silvestre.
Además, se advierte que el agua subterránea en la península de Yucatán también se ve comprometida por la intrusión salina, lo que podría reducir hasta en 50% la disponibilidad de agua dulce en las próximas décadas, afectando tanto el consumo humano como la agricultura.
Frente a este panorama, los investigadores subrayan la urgencia de adoptar soluciones basadas en la naturaleza y modelos de manejo costero sustentable, que tomen en cuenta el contexto socioeconómico de las comunidades costeras.
Aunque ya hay acciones piloto en Veracruz, Tabasco y Quintana Roo, los expertos advierten que aún falta mucho por hacer y que los gobiernos deben tratar el aumento del nivel del mar como una emergencia climática inminente.
“Para finales de siglo vamos a tener una emergencia en todas las costas”, concluye Edgar Sánchez, investigador del Inecol.

