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Avión militar ruso se parte en dos en pleno vuelo y deja siete muɛrtos

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De la redacción
El Buen Tono

Un avión de transporte militar ruso Antonov An-22, una de las aeronaves más grandes jamás construidas durante la era soviética, se partió en dos en pleno vuelo y se estrelló en la región de Ivánovo, al noreste de Moscú, dejando un saldo de siete personas muertas.

El accidente ocurrió el pasado 9 de diciembre, pero las imágenes comenzaron a circular con fuerza en redes sociales en días recientes. Videos captados por cámaras de seguridad y testigos muestran cómo el enorme avión pierde estabilidad a gran altura y, segundos después, el fuselaje se fractura en dos secciones antes de caer violentamente sobre un terreno cubierto de nieve, en una zona despoblada cercana al embalse de Uvod.

De acuerdo con reportes oficiales y medios locales, no hubo sobrevivientes entre los siete tripulantes que viajaban a bordo. Equipos de emergencia y fuerzas de seguridad acudieron de inmediato al sitio del impacto para acordonar el área, recuperar restos de la aeronave e iniciar las investigaciones correspondientes.

Hasta el momento, las autoridades rusas no han revelado las identidades de las víctimas ni han informado una causa definitiva del siniestro. Sin embargo, las imágenes difundidas refuerzan la hipótesis de una falla mecánica grave durante el vuelo.

El Antonov An-22 “Antei” fue desarrollado en la década de 1960 en la entonces Unión Soviética. Realizó su primer vuelo en 1965 y entró en servicio operativo en 1969, convirtiéndose en su momento en el avión turbohélice más grande del mundo. Fue diseñado para transportar equipo militar pesado, suministros y tropas, con una capacidad de carga de hasta 80 toneladas y un peso máximo de despegue cercano a las 250 toneladas.

Según medios rusos, la aeronave accidentada llevaba más de medio siglo en servicio y realizaba un vuelo de prueba rutinario tras haber pasado por reparaciones y mantenimiento programado. Fuentes del Ministerio de Defensa indicaron que se trataba del último An-22 operativo dentro de la flota militar rusa.

La antigüedad del modelo ha reavivado el debate sobre el mantenimiento y la seguridad de aeronaves militares diseñadas hace más de cinco décadas. Aunque el An-22 fue considerado robusto y confiable durante años, especialistas señalan que el desgaste estructural acumulado podría haber sido un factor clave en este inusual y catastrófico accidente aéreo.

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