Orizaba.- El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, invitó a los feligreses a realizar el ayuno en la Cuaresma, a través del sacrificio, una actitud solidaria con el que padece hambre y en tiempos de violencia trabajar al interior de la familia, en una correcta estructura de la educación.
Recordó que la violencia no tiene un origen sencillo, por lo que no deben echar culpas y trabajar al interior de la familia y la participación de todos los sectores, ya que se trata de una descomposición social porque no se ha trabajado en una correcta estructura y la catequesis tampoco ha sido incisiva; por lo que se tienen que ir planteando soluciones para prevenirla.
De la misma manera, dijo que la Cuaresma es tiempo de reflexionar en torno al ayuno, pues es una acción que debe procurar sensibilidad de quien lo hace en sus hermanos, para ayudar a quien lo necesite, incluso se puede procurar un ahorro.
Como ejemplo propuso el texto de Isaías 58, del versículo 2 al 9: “Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada, porqué ayunamos si tú no lo ves, para qué ayunamos si tú no lo sabes, es que el bien que ayunas busca tu negocio y explotas a todos tus trabajadores, ayunas para luego litigar y pelear, para dar puñetazos, no ayunes como hoy, para hacer oír a las alturas tu voz”.
Agregó que el ayuno que Dios quiere es para desatar los lazos de la maldad, “deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados y arrancar todo yugo del hermano”, compartir con el hambriento el pan, recibir a los pobres que no tienen casa, que se le cubra al desnudo, no desapartarse de sus semejantes y que son las obras de misericordia y de ver en el otro ser humano al mismo Jesús.
