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Seligman, Arizona.– En una historia que parece salida de una película, Buford, un perro de raza Anatolian Pyrenees de seis años, ha sido reconocido como un auténtico héroe tras rescatar a un niño de dos años que se había extraviado en el vasto y árido paisaje del desierto de Arizona. Su acción no solo salvó una vida, sino que también conmovió a miles de personas alrededor del mundo.
El pequeño Boden Allen desapareció el pasado 14 de abril tras alejarse de su hogar en Seligman, mientras sus padres estaban ocupados en tareas domésticas. Su padre, Cory Allen, trabajaba en el techo de la casa, mientras su madre, Sarah, atendía al hermano menor de Boden. En cuestión de minutos, el niño se perdió entre la maleza sin que nadie lo notara.
Ante la angustiosa situación, la familia alertó a las autoridades y se desplegó un operativo de búsqueda que incluyó a más de 40 rescatistas, voluntarios y un helicóptero del Departamento de Seguridad Pública. Durante horas, la comunidad se unió en un esfuerzo desesperado por encontrar al menor. Sarah relató a NBC News el dolor de mirar la cama vacía de su hijo durante la noche y pensar que estaba solo en la oscuridad: “Esto no es real”, decía para sí misma.
Fue entonces cuando apareció Buford, el perro del ranchero local Scotty Dunton. El can no solo logró localizar al niño dormido bajo un árbol, a unos 11 kilómetros de su hogar, sino que lo escoltó cuidadosamente durante 1.6 kilómetros hasta el rancho de Dunton, donde finalmente fue puesto a salvo. El reencuentro ocurrió cerca de 16 horas después de la desaparición.
Desde ese día, Buford ha sido celebrado como un símbolo de esperanza y valentía. Su hazaña ha sido reconocida oficialmente por las autoridades del Condado de Yavapai, que lo nombraron miembro honorario del equipo de búsqueda y rescate, entregándole incluso un chaleco oficial como distintivo.
El impacto de la historia traspasó fronteras. Según informó la filial KPNX de NBC en Mesa, Buford ha recibido una oleada de regalos enviados por admiradores de distintas partes del mundo: juguetes, mordederas, bocadillos y más, muchos de ellos sin remitente. “Un poco de todo”, comentó Dunton, su dueño, aún sorprendido por la repercusión que ha tenido el rescate.
Para los Allen, Buford es mucho más que un héroe. “Dios envió a ese perro para rescatar a mi hijo”, afirmó Cory, mientras Sarah calificó lo ocurrido como “irreal e increíble”. A pesar del susto, la familia ha retomado su rutina, con Boden demostrando la misma curiosidad de siempre.
