


Nayeli Ríos
El Buen Tono
Fortín.- El ingreso vehicular en el Arco de Shangri-la, uno de los principales pasos para cientos de familias que viven en los fraccionamientos de la zona, es actualmente un ejemplo del abandono y la improvisación del ayuntamiento que encabeza todavía Gerardo Rosales Victoria.
Primero, los vecinos denunciaron una fuga de drenaje que convirtió el lugar en un foco de infección; después, el ayuntamiento dijo que la “reparó”, pero los trabajadores únicamente taparon los hoyos con tierra.
Con las lluvias de la temporada, el material se deslavó, y resurgieron los baches peligrosos que afectan la circulación diaria de automovilistas y peatones por el tramo.
Lo que debería ser una vía segura y funcional terminó convertida en un obstáculo permanente, producto de obras mal planeadas, con materiales de baja calidad y sin supervisión técnica.
Las familias que a diario usan el tramo ahora pagan el precio de una administración que simula trabajar, pero entrega soluciones a medias y deja a los ciudadanos lidiar con los riesgos y el deterioro vial que existe en la mayoria de calles.
Lo que debería ser una vía funcional y segura, hoy es un símbolo de omisión, lo que también es corrupcipon, de autoridades hacia las necesidades básicas de la comunidad.

