Córdoba.- En lugar de ponerse a trabajar, los funcionarios de la administración de Tomás Ríos Bernal se dedican a hacer “grilla” al interior del Ayuntamiento y, solapados por el propio alcalde, al iniciar este año comenzaron a “cortar cabezas” de algunos de los recomendados por grupos panistas y personajes, como diputados o amigos del primer edil cordobés
De este modo, uno de los primeros despedidos fue el reportero de Comunicación Social, José Vicente Osorio, quien había sido colocado en este departamento por recomendación de alguna amistad del Alcalde, pero al llegar enero fue despedido de un día para otro, y según la primera versión del área de Recursos Humanos, fue que se debía al “reajuste” de personal en algunas áreas, pero inmediatamente el mismo departamento cambió la versión y dijo que esa plaza sería ocupada nuevamente.
Ante esta circunstancia, y como en el Ayuntamiento todo está de cabeza, —comenzando desde el Alcalde y sus séquito de recomendados, familiares y amigos—, posteriormente las versiones en torno a la salida del reportero José Vicente Osorio fue que la motivó una indiscreción al filtrar información oficial a algunos medios de comunicación, motivo por el cual se ordenó su cese inmediato, versión que hasta el momento no ha sido
corroborada.
Lo que sí quedó claro, es que inmediatamente de su despido, el encargado del área de medios, Víctor Martínez Jiménez ya tenía su reemplazo, pues fue llamada a ocupar esa plaza Lisett García Avelizapa, quien hasta ese momento era la jefa de información de un noticiero radiofónico, en donde, incluso, el día que se despidió al aire, aseguró que se iría a laborar a una empresa privada.
Este cambio o enroque se dio con la anuencia del titular de Comunicación Social, Jair Carballo, ya que se conoció que la nueva reportera, Lisett García, es “amiga personal” del encargado de medios, Víctor Martínez Jiménez, y desde hace tiempo se le veía a la nueva contratación, hacer su “labor” visitando a su “amigo” durante varias tardes, allí en las oficinas del Ayuntamiento, con lo cual se comprueba una vez más la pésima labor que realizan los funcionarios contratados por Tomás Ríos Bernal, que al parecer lo hizo a ciegas, o sólo para pagar favores a diputados y amigos personales.
de la redacción
el buen tono
