


AGENCIA
Las Vegas.- La esperada pelea entre Saúl “Canelo” Álvarez y Terence “Bud” Crawford, programada para el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas, ha capturado la atención de aficionados, expertos y medios de comunicación en todo el mundo. Más allá de los pronósticos tradicionales, una de las estadísticas que no pasa desapercibida es la diferencia de peso que ambos boxeadores llevarán al ring.
Crawford subirá al cuadrilátero con aproximadamente 20 libras más que en su última pelea, y se prevé que Canelo agregue otras 20 libras el día del combate. Esta diferencia genera preguntas sobre cómo afectará el rendimiento físico y táctico de ambos peleadores: ¿podrá Crawford suplir 40 libras de lo habitual con su elevado IQ boxístico, o la lógica histórica del tamaño y la fuerza de Canelo se impondrá una vez más?
Crawford ha demostrado a lo largo de su carrera que su inteligencia y estrategia en el ring son armas clave. Con este aumento de peso, deberá equilibrar fuerza y agilidad, manteniendo su velocidad y resistencia, elementos fundamentales para contrarrestar el poder de golpeo de Canelo. Por su parte, Álvarez llega con amplia experiencia en la categoría de supermedianos, donde su agresividad y precisión en los golpes podrían inclinar la balanza a su favor.
La pelea promete no solo ser un enfrentamiento físico, sino también un duelo estratégico. Cada boxeador intentará imponer su estilo: Crawford, con su técnica y movilidad, y Canelo, con su contundencia y experiencia en combates de alto nivel.
Este combate no solo definirá la supremacía en la división de supermedianos, sino que también será un indicador clave para el futuro del boxeo mundial. La expectativa es enorme, y los aficionados esperan un enfrentamiento que combine inteligencia, fuerza y espectáculo en cada asalto.

