


Un hallazgo que parece salido de una película de ciencia ficción sorprendió a cazadores y expertos en California: cerdos salvajes con carne y grasa de color azul neón. La primera alerta se dio en marzo, cuando Dan Burton, especialista en control de fauna silvestre, procesaba animales capturados en el condado de Monterey y notó el inusual tono.
“No estoy hablando de un poco de azul. Estoy hablando de azul neón, azul arándano. Es una locura”, declaró Burton a Los Angeles Times.
Tras el hallazgo, se notificó al Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California (CDFW), que inició una investigación científica para descubrir la causa de esta extraña coloración.
La sorprendente causa: un rodenticida teñido de azul
Los análisis revelaron que el responsable era difacinona, un rodenticida anticoagulante usado en la agricultura para controlar roedores. Este químico es teñido de azul brillante como medida de seguridad para humanos, pero los animales no detectan esta señal y, al ingerirlo, su carne y grasa adquiere un tono fluorescente que alarma a quienes lo consumen o manipulan.
Riesgos para la fauna y la salud humana
La difacinona actúa como anticoagulante, interfiriendo con la vitamina K y causando hemorragias internas. Aunque no mata de inmediato a cerdos de gran tamaño, sirve como vector del veneno en el ecosistema, afectando a depredadores y a humanos si la carne contaminada se consume.
El CDFW advirtió que el veneno permanece activo incluso después de cocinar la carne, y recordó que no es un caso aislado: en 2018, se detectó difacinona en el 8.3 % de cerdos salvajes y en el 83 % de osos analizados en California.
Prevención y medidas recomendadas
Desde 2024, el uso de difacinona en California está limitado a técnicos certificados, pero sus residuos siguen apareciendo en la fauna. El Dr. Ryan Bourbour, coordinador de investigaciones sobre pesticidas del CDFW, recomendó:
“Los cazadores deben ser conscientes de que la carne de animales de caza puede estar contaminada si dichos animales han estado expuestos a rodenticidas”.
El departamento también fomenta alternativas más seguras para el control de plagas, como cercas, trampas y depredadores naturales, con el fin de reducir el impacto de estos químicos en la fauna silvestre.
Un fenómeno que combina ciencia, peligro y misterio, recordándonos que la naturaleza siempre puede sorprendernos… incluso en tonos de azul neón.


