ORIZABA.- Con la finalidad de acercar a la gente al arte y además permitirle el acceso de aprender, apreciar y promover las múltiples disciplinas artísticas, Octavio Sánchez Oropeza, licenciado en Artes Plásticas y egresado de la Universidad Veracruzana (UV), abrió “Casa 243”, una galería autogestiva en Orizaba, en la que además de mostrar las obras de artistas locales, ofrece talleres y se hacen intervenciones artísticas.
¿Qué es Casa 243?
Es un proyecto que surgió hace 2 años y medio, aproximadamente, siendo un espacio que se abrió inicialmente con la intención de que fuera una galería donde se exhibieran trabajos de artistas locales y de la región, lo más cercano a Orizaba y que la gente que la visitara pudiera tener una idea de lo que están produciendo los artistas visuales, locales específicamente.
El promotor, revela que con el tiempo se convirtió en un Foro-Galería donde tienen muchas actividades culturales, aplicado a distintas disciplinas artísticas, un espacio comunitario, la gente más que verlo como un espacio institucional se lo ha apropiado como un lugar donde pueden llegar, sentirse bien y apreciar distintas cosas enfocadas a la cultura.
La idea
En un principio, Octavio Sánchez Oropeza, tenía su taller donde daba clases de pintura y dibujo, sin embargo, las personas se acercaban y le preguntaban por clases de fotografía, creación literaria, ilustración, diseño e infinidad de cursos que no abastecía, por lo que sintió que hacía falta un lugar en la ciudad que tuviera todo este tipo de actividades y que además fuera accesible para la sociedad en general.
El concepto
Se caracteriza por ser multidisciplinario, es decir, promueve el trabajo de artistas visuales, la venta de algunas de sus obras, charlas, exposiciones, teatro, presentaciones musicales, funciones de cine y múltiples talleres para niños, adultos y todo aquel que haga o disfrute del arte.
Se pretende que este lugar sea como un trampolín para la gente que aún no tiene la idea muy clara de lo que quiere hacer, pero tiene la “espinita”, por lo que se trata de explotar su talento y además, darle seguimiento a su trayectoria, no se trata solamente de enseñar lo que sabe y dejarlo, sino de guiarlos, motivarlos hasta que puedan alcanzar su meta.
Además, señaló: “Hay una frase que me gusta mucho, la que dice ‘a cada niño que le des un libro, soltará un arma’”, y es así como trata de sensibilizar a la gente, a través de las experiencias artísticas, cosa que no se ve en las programaciones culturales de la mayoría de los municipios, ya que ellos agendan sólo por llenar su cartelera mensual y en estos espacios donde se trabaja con poca gente, se logra compartir directo y más de cerca los conocimientos y de la misma forma, les permite dar seguimiento a su aprendizaje.
El público
La gente que los visita, es aquella que desea asistir, dejando atrás los mitos de que sólo la persona “conocedora” de alguna disciplina es la que puede tener acceso a galerías, museos o espacios que albergan la cultura,
volviéndose elitista.
Sánchez Oropeza, menciona que no tiene nada en contra de los espacios de arte y cultura instituidos por las autoridades municipales, al contrario, es lo que le da a los ciudadanos la opción de ver y comparar, siendo sólo ellos los que decidan sobre qué lugar les gusta más, al final los espacios ahí están para todos.
La importancia
La importancia del arte es que tenga una función social, refiere, si el arte no repercute en la gente, si no los concientiza, si no los invita a la reflexión, a que piensen en lo que está sucediendo en su actualidad, si no los hace que se acerquen, no sirve de nada.
El financiamiento
Expresó que este es un proyecto que se mantiene a través de donaciones, aportaciones voluntarias, de personas que se han sumado, incluso patrocinando con cenas, comidas, hospedajes de las personas que llegan de fuera a participar en las presentaciones artísticas que hace. “Yo no sé si son empresarios y vienen a donar algo, nosotros lo aceptamos porque se quieren sumar al proyecto, lo demás no interesa, son personas ayudando
