Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Bajo el discurso de modernización, el Gobierno Federal planea la Vía Rápida Córdoba-Orizaba-Ciudad Mendoza, un proyecto carretero que amenaza con frenar el desarrollo económico de las Altas Montañas. La obra contempla dos nuevas casetas de peaje y la ampliación a ocho carriles, lo que podría generar un nuevo cuello de botella financiero y logístico para empresas, transportistas y trabajadores.
La experiencia con la extinta caseta 045 de Fortín, símbolo de tráfico, accidentes y sobrecostos, aún está presente. Su eliminación en 2023 liberó la movilidad y fortaleció la competitividad, pero la reaparición de un proyecto similar ha generado indignación.
Según la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, una caseta se ubicaría en el km 268+300, San Cristóbal, Río Blanco, y la otra en Fortín de las Flores, donde operó la caseta 045.
El plan contempla 45.3 km de autopista ampliada y rehabilitada, dos plazas de cobro troncales, ocho auxiliares y una licitación internacional el 30 de octubre. La ejecución durará 540 días bajo un esquema que garantiza ganancias privadas a costa del usuario.
Empresarios alertan que los costos logísticos y retrasos afectarán la inversión, mientras el sector comercial teme el encarecimiento de productos y la pérdida de competitividad. Usuarios frecuentes consideran injusto pagar nuevamente por infraestructura que, por falta de mantenimiento, sigue siendo riesgosa, como en el puente Metlác.
Ante la presión social, representantes empresariales sostendrán una reunión con el director de Banobras el 27 de octubre, proponiendo alternativas para evitar la reinstalación de las casetas y exigir transparencia en el uso de los recursos.


