AGENCIA
Internacional.- En mayo de 2021, la vida de Irena Stoynova, de 30 años, dio un giro inesperado cuando notó ganglios linfáticos agrandados. Lo que comenzó como un malestar físico pronto se convirtió en un diagnóstico devastador: linfoma no Hodgkin.
La reacción inicial de Irena fue buscar alternativas en Internet, desconfiando de la medicina convencional. Convencida por teorías conspirativas, optó por una dieta basada en jugos, creyendo que sería su salvación. Sin embargo, su salud se deterioró rápidamente, y para mayo de 2023, sufría las consecuencias de su decisión.
Ingresada en el Hospital Frimley Park en estado crítico, Irena rechazó la quimioterapia, aferrándose a la idea de que los jugos de zanahoria serían su cura. Pero la hematóloga consultora, Dra. Clare Rees, no se rindió. Durante diez días, luchó incansablemente para convencer a Irena de la necesidad del tratamiento convencional.
Finalmente, Irena cedió y recibió seis rondas de quimioterapia. El cambio fue notable: su cáncer está en remisión, y hoy, a los 38 años, luce saludable y llena de vida.
La historia de Irena es un recordatorio del peligro de las pseudociencias en momentos de vulnerabilidad. Ella misma advierte a otros pacientes contra las dietas milagrosas y las teorías infundadas que abundan en Internet.
Su experiencia, aunque difícil, la ha convertido en una defensora apasionada de la medicina moderna. “No escuches a los gurús de Internet”, insta. “Confía en tus médicos y en la ciencia”.
Ahora, Irena mira hacia el futuro con esperanza, agradecida por una segunda oportunidad y decidida a compartir su historia para ayudar a otros a evitar los errores que ella cometió.
