

C. Mendoza.- “Soy voluntario no porque mi trabajo no valga, sino porque vale demasiado”, es el lema de los 12 bomberos en esa categoría de la Central que proporcionan auxilio a siete municipios de la región y que arriesgan su vida enfrentando severas carencias por la falta de apoyo de los presidentes municipales.
Todos ellos hoy celebran su día, pero desde hace 10 años que se fundó la estación, sobreviven a las carencias y no bajan la guardia para buscar la forma de mantenerse a través del patronato de beneficencia y boteos entre los ciudadanos.
Lamentan que la cultura de la donación disminuyera, no obstante hay personas que se interesan por ayudarlos.
El suboficial de la corporación, Emilio Cruz Hernández, narró que la labor de un bombero, que sin recibir un sueldo se arriesga por salvaguardar a las personas, es difícil por la falta de equipo, unidades y vestimenta.
Ese problema, dijo lo enfrentan la mayoría de los bomberos, pues la insensibilidad e indiferencia de autoridades y población en general por ayudarlos la enfrentan en todas partes, realidad que debería cambiar.
