Córdoba.– Cuatro peritos criminalísticos, y personal militar, llegaron al medio día de ayer a la avenida 5 entre calles 6 y 8, para realizar diversas diligencias en torno al caso de la balacera ocurrida la noche del pasado 28 de diciembre, donde perdieron la vida cuatro personas originarias de Ixhuatlán del Café que viajaban en un taxi de la misma localidad y cruzaron un cerco militar.
Personal forense realizó algunas mediciones en el negocio denominado “Miscelánea Grande”, debido a que la cortina y paredes de la negociación recibieron impactos de bala, producto de los disparos lanzados por militares que supuestamente repelieron una agresión, cuando resguardaban los restos de un líder de la delincuencia organizada que permanecía en Funerales Vélez.
Las diligencias fueron realizadas en medio de un fuerte hermetismo durante al menos dos horas, lapso en que los efectivos de la Sedena bloquearon con sus unidades artilladas los acceso de la avenida 5, de la calle 6 a la 8, provocando con ello un enorme congestionamiento vial en la zona comercial.
En el lugar, nadie dio a conocer sobre la presencia de los peritos y de los fiscales militares, pero se logró saber que llegaron para buscar alguna pista que les sirva para reforzar el trabajo que realizaron, y en su momento determinar si las personas que murieron abatidas en el taxi de Ixhuatlán del Café, eran o no integrantes del crimen organizado, como fue manejado de forma oficial.
Como se recordará, José Raúl Fernández Ortega, de 28 años, chofer del taxi número 10, placas 52-72 XCZ de Ixhuatlán del Café, viajaba con Ángel Piña Teodoro, de 33 años; Jesús Juárez Hernández, de 38 años y Luis Vargas Piña, de 38, todos ellos con domicilio en el citado municipio.
Los cuatro fueron abatidos a balazos por personal de la Sedena, luego de que el taxista arrollara a un motociclista en la calle 4 y avenida 5 el día de los hechos, dándose a la fuga, donde por el aparente estado de ebriedad en el que conducía la unidad, no respetó el cerco de seguridad que implementaron las fuerzas federales en las inmediaciones de la agencia funeraria.
Debido a ello, fueron recibidos a balazos en dicho lugar por los efectivos castrenses, muriendo en el sitio los cuatro ocupantes del taxi, los cuales fueron señalados por las autoridades de pertenecer a un grupo delictivo, ya que según ellos, iban a rescatar el cuerpo de un líder del narcotráfico abatido en la congregación 20 de Noviembre.
Los militares solicitaron a los medios de comunicación retirarse del sitio donde se llevaban a cabo las labores, desconociéndose si los peritos eran del fuero común o federal, así como la identidad de los mismos.
de la redaccion
EL BUEN TONO
