De la redacción
El Buen Tono
Un informe del Congreso de Estados Unidos publicado el miércoles 17 de diciembre advirtió que China ha aprovechado asociaciones entre investigadores estadounidenses financiados por el Departamento de Energía para obtener acceso a tecnología nuclear sensible y otras innovaciones con aplicaciones económicas y de seguridad nacional, algunas de ellas con potencial uso militar.
El documento señala que parte de la investigación pagada con recursos de los contribuyentes estadounidenses habría terminado beneficiando al Ejército chino, lo que encendió las alertas en el Capitolio en medio de la creciente rivalidad tecnológica y armamentista entre ambas potencias.
De acuerdo con los autores, investigadores del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino y del Comité de Educación y Trabajo identificaron más de 4 mil 300 artículos académicos publicados entre junio de 2023 y junio de 2024 que documentan colaboraciones entre científicos financiados por el Departamento de Energía y especialistas chinos. Cerca de la mitad de esos trabajos involucran a investigadores afiliados al Ejército o a la base industrial de China.
El informe subraya como especialmente preocupante que fondos federales hayan sido destinados a colaboraciones con laboratorios y universidades estatales chinas que trabajan directamente para fines militares, incluidas algunas entidades incluidas en una base de datos del Pentágono sobre empresas militares chinas con operaciones en Estados Unidos. También se detallan vínculos con grupos a los que se les atribuyen ciberataques y abusos a los derechos humanos.
El Departamento de Energía financia de forma regular investigaciones avanzadas en energía nuclear, desarrollo y desmantelamiento de armamento nuclear, así como áreas estratégicas como computación cuántica, ciencia de materiales y física. Cada año distribuye cientos de millones de dólares y supervisa 17 laboratorios nacionales clave para el desarrollo tecnológico del país.
Los legisladores concluyen que durante décadas el Departamento de Energía no implementó medidas suficientes para evitar que la investigación financiada fortaleciera a China. Por ello, recomiendan endurecer las reglas mediante una metodología estandarizada para evaluar riesgos de seguridad nacional y exigir el intercambio de información con otras agencias federales para detectar vínculos sensibles.
El representante republicano por Michigan, John Moolenaar, presidente del comité selecto, afirmó que la investigación revela un problema alarmante, al permitir que recursos públicos contribuyeran al fortalecimiento militar del principal adversario estratégico de Estados Unidos. Aunque una propuesta legislativa para frenar estas colaboraciones fue aprobada por la Cámara, no prosperó en la ley anual de defensa ante la oposición de sectores académicos que advirtieron sobre posibles efectos negativos en la competitividad científica del país.
Hasta el momento, el Departamento de Energía no ha emitido comentarios sobre el informe ni sobre las recomendaciones planteadas, mientras que la Embajada de China en Washington tampoco ha respondido a las solicitudes de postura oficial.
